Para los creyentes es muy importante la pascua, que celebramos después de la semana santa, celebramos la vida. Más allá de los temas de la religiosidad, están los de la espiritualidad, esos que tenemos por formación de valores y que nos llevan a las más profundas reflexiones individuales con nuestra conciencia y con Dios, un examen sobre lo que somos, lo que debemos ser y hacer. Nuestra sociedad en crisis de valores, se refleja en la crisis económica y social que vivimos y por supuesto un potencializador mayor ha sido la pandemia aflorando lo que anidado estaba en familia y sociedad.
Algunos teóricos parroquiales esbozan, lo que ellos consideran los problemas de la crisis como si fueran meramente problemas de la localidad, demostrando ignorancia, poca o mejor mucha mezquindad en el conocimiento de la crisis mundial, provocada por la pandemia y su afectación directa en la economía regional y local, en su afán mas por desprestigiar los gobiernos y la institucionalidad o por tener audiencia en medio de los graves problemas que afronta nuestra sociedad. Vendrán muchos más sabios, muchas más críticas, más retórica y menos soluciones, todas alimentadas por los intereses individuales pero muy seguramente alejadas de lo colectivo, de lo que realmente quiere y necesita la gente.
Nacer después de la muerte, que muera el odio, la amargura, el individualismo, la injuria, la calumnia, la inequidad, la corrupción, para que renazca el amor, la alegría, la admiración, el respeto por los demás, el trabajo en equipo, la decencia, la generosidad, la equidad para el equilibrio social y la justicia. Hoy mas que nunca debemos trabajar en la formación en valores, que los seres humanos dejemos a un lado la retórica para con acciones y hechos, validemos el ser.
La gracia y no la represión de la ley, debe ser el establecimiento es decir encontrar seres humanos con principios solidos en la fe y la espiritualidad, cumplidores por convicción y no por sujeción. Nuestra sociedad necesita recuperarse, como recuperarse necesita nuestra economía, eso solo se logra trabajando en equipo, articulando acciones, construyendo consensos y llevando los diagnósticos y los propósitos a los hechos.