alcaldesa y padres
La esperanza regresa a Ibagué con la entrega de las piscinas olímpicas de la 42 y el águila como símbolo de renacer.
El pasado viernes 25 de abril del 2025 quedará grabado en la memoria de Ibagué como un día de celebración y renovación. Después de una espera de diez largos años, la alcaldesa Johana Aranda inauguró oficialmente las renovadas Piscinas Olímpicas de la 42, un complejo que había sido víctima de la corrupción y el abandono desde los Juegos Nacionales de 2015. La tristeza de un pasado marcado por la desilusión se transformó en alegría y esperanza, no solo para los deportistas, sino para toda una comunidad que había anhelado este momento.
El camino hacia la entrega de estas piscinas no fue fácil. Desde su siniestración hasta los problemas jurídicos que paralizaron la obra, la historia de este escenario emblemático había estado plagada de obstáculos. La corrupción que rodeó a la construcción de los escenarios deportivos para los Juegos Nacionales había dejado una herida profunda en la ciudad, y la falta de acción había generado un sentimiento de vergüenza colectiva en el Tolima. Sin embargo, la alcaldesa Aranda se comprometió a hacer de esta obra una realidad, demostrando que con voluntad política y trabajo en equipo, lo que parecía imposible podía lograrse.
La inauguración fue un evento cargado de emociones. Las lágrimas de felicidad de los deportistas que alguna vez soñaron con competir en estas aguas fueron el reflejo del esfuerzo y la dedicación que se invirtieron en la reconstrucción de este complejo. Entre los asistentes, se destacó la presencia de la Sra. Marina Rivera, madre de la alcaldesa, quien no pudo contener las lágrimas al ver a su hija cumplir uno de los sueños más anhelados de la comunidad. Su emoción resonó en el ambiente, simbolizando la importancia de los valores familiares que han acompañado a Johana Aranda en su trayectoria como líder.
“Lo que parecía imposible… lo hicimos posible”, expresó la alcaldesa en su discurso, mientras miraba a su alrededor y veía a niños y jóvenes sonriendo, llenos de gratitud. El nuevo complejo acuático, que incluye dos piscinas reglamentarias y una moderna plataforma de clavados, representa mucho más que un escenario deportivo; es un símbolo de esperanza y renacimiento para Ibagué. La presencia del padre, la hermana, el esposo y los suegros de la alcaldesa en este evento subrayó cómo los valores de unión y trabajo en equipo han sido forjados desde su infancia, gracias a la educación y el ejemplo de su familia.
La alcaldesa también presentó un imponente monumento en forma de águila, que se erige como un símbolo de fuerza y renacer. En diálogo con su madre la Sra. Marina Rivera, recordó con sus palabras a su hija, quien le decía desde pequeña que ella era como un águila. Este ave majestuosa, representada en muchas culturas como un símbolo de poder, libertad y liderazgo, se convierte en un poderoso mensaje para Ibagué. Las águilas son conocidas por su capacidad de renovarse y adaptarse; atraviesan momentos difíciles y emergen más fuertes. Este mismo espíritu es el que la alcaldesa pretende infundir en la comunidad, recordando que, al igual que el águila, Ibagué tiene la fuerza y el poder de renacer.
La Federación Colombiana de Natación, que avaló la entrega del moderno complejo, también dejó claro que Ibagué se consolida como la “Casa del Deporte en Colombia”. El renovado espacio no solo permitirá desarrollar todas las modalidades de natación, sino que también posicionará a la ciudad como sede de certámenes nacionales e internacionales, algo que llena de orgullo a la comunidad.
La alegría de los asistentes era palpable, y las lágrimas de la Sra. Marina Rivera resonaron en el corazón de todos los presentes. “Hoy, Ibagué recupera su corazón”, concluyó la alcaldesa, mientras la multitud aplaudía y celebraba el inicio de una nueva era para el deporte en la ciudad. La espera terminó, el agua fluye nuevamente en las Piscinas de la 42, y con ella, la esperanza de formar futuros campeones que llevarán el nombre de Ibagué a lo más alto.
La entrega de las renovadas piscinas también representa un retorno a la identidad y la memoria colectiva de Ibagué. Este espacio había sido un lugar donde generaciones de deportistas aprendieron a nadar y se formaron para competir a niveles altos. Con su recuperación, los sueños de esos jóvenes vuelven a cobrar vida, y la ciudad se siente revitalizada, como un águila que se eleva por encima de las adversidades.
Ibagué ya cuenta con todos sus escenarios deportivos en funcionamiento, y las piscinas de la 42 se han convertido en la joya de un proceso que, tras años de frustración, se cierra con dignidad, gracias a la voluntad política de un gobierno que nunca desfalleció. La alcaldesa Aranda cierra este capítulo con un mensaje claro: el trabajo en equipo y la determinación pueden transformar cualquier adversidad en una oportunidad.
Así, el legado de esfuerzo y dedicación se convierte en un faro de inspiración para las nuevas generaciones. La historia de las Piscinas Olímpicas de la 42 es un testimonio de que, a pesar de los obstáculos, con determinación y trabajo en equipo, los sueños pueden hacerse realidad. Ibagué vuelve a sonreír, y su gente, con lágrimas de felicidad, celebra el renacer de un símbolo que había estado ausente durante demasiado tiempo. En este nuevo amanecer, Ibagué se convierte en un águila, lista para volar alto y alcanzar nuevas metas.
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Fuente
Alerta Tolima
