La ANDI habla sobre la afectación a tenderos, consumidores y campesinos con la Tributaria
La semana pasada se presentó el proyecto de reforma tributaria que busca impulsar el Gobierno de Gustavo Petro, el cual ya fue aprobado en primer debate. Sin embargo, la Cámara de Industria de Alimentos de la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI) reveló un informe donde señala que los alimentos ultraprocesados tendrían un aumento del 20% con esta ponencia.
La asociación detalla que este aumento sería gradual, comenzando con un 10% en el 2023 hasta llegar al 20% para el año 2025. Los productos que serían gravados son, entre otros, los derivados lácteos, embutidos como chorizos o hamburguesas y postres como ponqués o tortas.
El gremio señala que la reforma tributaria podría repercutir en el bolsillo de las clases menos favorecidas; ya que esta afecta la actividad productiva y, por consiguiente, impacta la productividad de Colombia, algo contrario a las prioridades del nuevo gobierno frente a la promoción de la equidad y la seguridad alimentaria.
"Como industria de alimentos consideramos que esta medida afecta profundamente al consumidor, dado que este tendrá que pagar por sus alimentos un valor mucho más alto con afectación directa sobre su economía", aseveró Camilo Montes, director ejecutivo de la Cámara de Industria de Alimentos de la ANDI.
Por otra parte, los tenderos también se verían impactados con la reforma tributaria. De acuerdo a Fenalco (Federación Nacional de Comerciantes) hay 450.000 tiendas de barrio en los estratos 1, 2, 3 y 4. En estas, el 70% de los productos que venden van a ser gravados.
“Esto pone en riesgo la viabilidad de estos comercios y podrían desaparecer cerca de 250.000 tiendas”, afirma la ANDI.
Por último, los campesinos también sufrirían con esta reforma; en especial, aquellos cuyos productos se usan como materia prima en los alimentos que se van a gravar, esto incluye a quienes producen carne, leche, cacao, papa, tomate y frutas.
Cabe destacar que un estudio de la agencia Raddar concluyó que los impuestos saludables gravarían hasta en un 2% la inflación en los hogares.